No entro en los argumentos de que la Constitución vale para muy poco (ahí está el derecho a la vivienda entre otros temas que son papel mojado). No entro en que la redacción será tan ambigua que se podrá hacer posteriormente lo que se quiera (incluso seguir endeudándose alegando necesidad urgente). No entro en eso de que endeudarse sea progresista.
Lo que quiero reflexionar es sobre la actitud que se está convirtiendo en habitual en el 15-M: oposición permanente, jugar a la contra, queja, lamento, ruido, superficialidad, activismo, impulsividad,...
Me gustaría más una actitud preventiva, creativa, proactiva, profunda, reflexiva, con iniciativa,...
